20/ AMSTERDAM CENTRAAL STATION

La Estación Central de Ámsterdam no pasa inadvertida, cuando divisas el conjunto de su edificio tienes que pararte como mínimo unos minutos para contemplar la elegancia del diseño de su fachada. Sus más de 300 metros de largada que tiene esta imponente construcción neo-renacentista y neo-gótica, guardan multitud de detalles ornamentales como si de un gran palacio de cuento se tratara.

Parece ser que la intención del arquitecto Pierre Cuypers era reproducir una estación como si de una puerta principal a la ciudad se tratara. Sus dos importantes torres a ambos lados de un cuerpo central decorado con el escudo real así lo parece indicar. El arquitecto, autor también del famoso edificio del Rijksmuseum, consiguió sobradamente su propósito pues con los años se a ido multiplicando la afluencia de viajeros que cruzan la estación para llegar al centro de Ámsterdam, hasta el punto que casi es imprescindible pasar por la estación.

Y eso que cuando se decidió construir la estación al norte de la ciudad junto a las orillas del río Ij en el antiguo puerto de Damrak, la polémica fue atronadora. Al parecer muchos no estaban de acuerdo con la ubicación pues se perdía el puerto más directo de Amsterdam y con ello parte del esplendor de la flota holandesa. Otros en cambio argumentaban que los Países Bajos deberían de rejuvenecerse y apostar por un futuro mas industrial, potenciando nuevas vías de comunicación. Finalmente se ubicó junto al río y la que fue la primera estación en los Países Bajos, se comenzó a construir en 1881 con no pocos problemas con el terreno. Se debieron de unir tres islas e instalar cerca de 9000 pilotes de madera entre el barro y la arena, para soportar el gran edificio. Las obras durarían seis años. Desde su construcción no ha parado de reformarse y adaptarse a los nuevos tiempos, siendo una estación con todos los servicios que se puedan disponer, por este motivo quizás actualmente este en obras...

Detalle de la ornamentación en la parte central de la fachada. Destacan los dorados relojes, las rosas de los vientos y su veleta, los escudos de Holanda a color, las bellas tallas en piedra blanca, todo ello en un fondo de rojo ladrillo muy bien trabajado.

Cuando accedes al vestíbulo de la estación que está situado bajo las vías, tienes que apartarte a un lado rápidamente para que no te atropelle una de las continuas corrientes de viajeros que entran y salen a gran velocidad. El interior del edificio es como enjambre de personas que como autómatas ejercen con desespero su acción esperar, correr, hacer cola, sacar el billete, comer, beber, etc. El vestíbulo es precioso, aunque realmente sirve de paso perpendicular a la estación comunicando los muelles de los transbordadores y la terminal de autobuses, todo ello desde la plaza central donde están los tranvías y el metro que te comunican con el centro. Será por ello que por la estación pasen más de medio millón de personas diariamente...

Detalle del techo del vestíbulo 

Al subir a los andenes desde el vestíbulo en seguida hay que alzar la mirada para captar en su totalidad la preciosa estructura central formada por 50 cerchas curvas de una altura de 45 metros en hierro remachado y vidrio que forman la cubierta. Impresiona.

Detalle de la cubierta

Mientras esperaba el tren pude apreciar una de sus curiosidades, la disposición de las vías, pues en la estación de Amsterdam hay tres vías entre los andenes, cuando normalmente en una estación son dos. Este método es muy efectivo para la gran afluencia de trenes en una estación de paso como la de Amsterdam, permitiendo incluso en una misma vía con anden que hayan estacionados dos trenes.

Detalle de las tres vías entre andenes con sus salidas y entradas.

Esto es posible gracias a la vía intermedia que hace de vía de entrada y de escape, pudiendo ser utilizada por el tren en cualquier sentido gracias a una efectiva sectorización de las vías. Todo ello hace que se multiplique la capacidad de las 11 vías y la afluencia de trenes sea bastante mayor. Y es que por estas vías confluyen cerca de 1.500 trenes diarios de toda Europa, cantidad que le hace ser el nudo ferroviario mas importante del país. 

Parte interior de la estación. Fot. Wikipedia

Estuve cogiendo el tren durante cuatro días, tanto de ida como de vuelta en la estación de Amsterdam y el cumplimiento de horarios fregaba la perfección. En ocasiones pude comprobar que entre las llegadas de un tren y el siguiente habían unas diferencias de solo tres minutos, por este motivo a veces, aunque conocías el andén de llegada del tren, para saber la vía debías esperar a conocerla por pantalla un minuto antes de que llegara el tren.

La comodidad de sus trenes de cercanías es excepcional, sorprenden detalles como el de disponer por norma general de vagones de doble capacidad sectorizados en primera, segunda y zonas de silencio, todos ellos equipados con pantallas informativas.

Zona de la plaza de la Estación

Por lo que pude ver, la Central Station es moderna y muy dinámica sabiendo combinar su espíritu de renovación con la potente imagen de su histórico edificio. No es de extrañar que se haya convertido en uno de los principales atractivos turísticos que tiene la ciudad. 

Cuando vayáis por Ámsterdam no os olvidéis de echarle un vistazo, os gustara !