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EL VIAJE EN TREN DE LENIN 05/2013


Nadie se podía imaginar el poder que contenía el cargamento de aquel tren. Lo que guardaba en su interior tenia la fuerza suficiente como para poder transformar el orden social de la humanidad. 

tren vapor lenin

A principios del año 1917, la guerra en Europa se encontraba en un punto muerto, se podría decir que estaba estancada, las potencias imperialistas se desgastaban en lo que unas veces era ganar y otras perder unos pocos metros de terreno. Las tropas alemanas luchaban divididas entre el frente ruso y el anglofrancés, pero por aquellas fechas existía la amenaza de que los americanos entraran en la guerra. Para evitar un posible desequilibrio en su contra, los estrategas alemanes decidieron que había que dar un golpe de mano en el frente anglofrancés. Para ello, necesitaban las tropas del frente ruso.

I guerra mundial
Mapa de las potencias europeas, en color rojo el imperio alemán, en color verde los aliados y en color amarillo los neutrales. foto zonu.com

El servicio secreto alemán tenía informes de un antiguo revolucionario, conocedor de la situación rusa y los partidos socialistas, al haber sido dirigente de las cúpulas de extrema izquierda. Se trataba de Alexander Helphand, más conocido como Parvus, camarada de Trotsky y antiguo asociado de Lenin en los días de Iskra. (Periódico político de los emigrantes socialistas rusos) Un curioso personaje que disfrutaba de nacionalidad alemana y que había hecho una fortuna en  Constantinopla, famoso por ser un amante de la buena vida y los negocios fáciles. A cambio de dinero y protagonismo, Parvus podría ser la persona que necesitaba el Estado Mayor alemán, para ejecutar un plan que podría cambiar el curso de la guerra.

Alexander Helphand
Alexander Helphand, el millonario marxista, más conocido como Parvus. Fue considerado por muchos como espía alemán. foto rnns.ru

Primavera de 1917 (Zurich)

Durante la Gran Guerra, la Suiza neutral se había convertido en paraíso de refugiados políticos contrarios a la guerra, de ricos empresarios huidos al calor de su dinero, periodistas roedores de algún posible soplo, y sobre todo, entre todos ellos, una especie que estaba de moda, los espías. Los círculos sociales, las embajadas, los grandes hoteles, las terrazas y los cafés, estaban repletos de informadores. Todo el mundo estaba al corriente de lo que hacían los demás.

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Zona del centro de Zurich a principios de siglo. foto desconocido

Sin embargo, en la Spiegelgasse 14 del centro de Zürich, en un edificio humilde donde trabajaba un zapatero remendón y un actor austriaco que ensayaba a deshoras, se alojaba un extranjero que pasaba completamente desapercibido a los ojos de los informadores. Sus vecinos no le prestaban mucha atención pues para ellos se trataba de un emigrante ruso poco interesante, de aspecto serio pero cordial, que frecuentaba a diario las bibliotecas de la ciudad y por lo que delataba su raído vestuario, era más bien de modesta economía. Si se sabía con seguridad, que en el buzón de su vivienda nunca faltaba un manojo de cartas a nombre Vladímir Ilich Uliánov, más conocido entre los revolucionarios rusos como Lenin.

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Spiegelgasse 14, vivienda de Lenin en Zurich foto wikimedia

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Spiegelgasse 14, en la actualidad, con una placa en la fachada que recuerda el tiempo que Lenin  habito en la vivienda. foto Horscheck.

En la vivienda, siempre envuelta en una atmósfera de fuertes olores producidos por una próxima fábrica de salchichas, también habitaba su compañera Nadezhda Krúpskaya, que participaba activamente en la causa revolucionaria y que a su cargo estaba la intendencia general de la casa y un cuidado desaforado a Lenin.

Nadezhda Krúpskaya
Nadezhda Krúpskaya foto wikimedia

Por aquellos días  la pareja seguía con preocupación las noticias que llegaban de Petrogrado. Hacía pocos días que había estallado una revolución en Rusia que no era la que esperaban, pues para ellos, lo que había ocurrido no dejaban de ser una serie de pactos con los aliados para impedir la paz con Alemania. Aun así, el zar Nicolas había dejado el poder, formándose un Gobierno Provisional, un cambio que podría ser un primer paso. Era el momento, los deseos de Lenin por entrar en Rusia aumentaron casi hasta la desesperación.

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Estatua del zar Nicolas siendo derribada. foto foro anarquista

El problema que tenia Lenin para entrar en Rusia, era la guerra, pues todas sus posibilidades de transito hacia la frontera quedaban abortadas. Por un lado, Alemania era el enemigo de Rusia, lo que significaba que no podía cruzar por el centro de Europa, y por otro lado, era considerado por los británicos y franceses, como un revolucionario antibelícista muy contrario a sus intereses. Se daba el caso, de que hacia pocos días (el 3 de abril) los ingleses habían detenido a Trotsky a bordo de un barco en Halifax (Canadá) según los ingleses por ser, un "terrible socialista". Pero las cosas que parecían por aquellos días imposibles, iban a tomar un giro inesperado.

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Lenin leyendo el periódico Pravda. foto Biografías y vidas.

El plan que habían preparado los alemanes comenzó su curso en el momento en que dos socialistas suizos llamaron a la puerta del domicilio de Lenin. Al abrir, pensaron que se trataba de una visita rutinaria de sus amigos suizos, pero al verles el semblante serio, casi de protocolo, Lenin y Nadia en seguida se imaginaron que eran portadores de escalofriantes noticias. No estaban muy equivocados, pues les iban a soltar una bomba. 
Traían una propuesta del embajador alemán Gisbert von Romberg, elaborada en Berlín, en el que se permitía a Lenin y a Nadia, con un salvoconducto de transito, cruzar toda Alemania en tren hasta llegar a Petrogrado. 


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Lenin y Nadia foto the telegraph

Lenin quedo asombrado. Las razones que tenían los alemanes para hacerle una propuesta de aquel calado eran obvias. Lenin estaba en contra de aquella guerra, pues era un gran impedimento para desarrollar la revolución que pretendía.  Y los alemanes, gracias a Parvus, tenían informes muy esperanzadores de que aquel personaje podría llegar a conseguir el poder. Con la excusa de un intercambio de prisioneros alemanes quizás podrían llevar a Lenin donde pretendían. En definitiva, si los rusos abandonaban la guerra con Alemania, el ejército germano podría multiplicar sus fuerzas en el frente anglo-francés y conseguir la victoria.

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Soldados franceses durante la Gran Guerra.

Antes de dar una contestación inmediata, Lenin se retiro a reflexionar para saber como abordar aquella propuesta. El sabía lo que se jugaba, aunque tuviera muchas ganas de ir,  todo aquello podría ser una trampa. Si entraba en territorio enemigo podía ser cazado en cualquier momento por los alemanes, y por otro lado, tenia muchas posibilidades de que si cruzaba Alemania libremente, lo podrían juzgar como traidor en Rusia.
Dejando aparte estas  posibilidades, existía otro problema, Lenin desconocía si el Gobierno Provisional, le dejaría entrar en Rusia, pues era conocido que el Ministro ruso de Asuntos Exteriores Pavel Miliukov, aliado de los ingleses, no estaba por esa labor.

Lenin  Fritz Platten
Lenin con Fritz Platten que hizo una labor extraordinaria durante el viaje.

Sin embargo, Lenin confirmo que iría. Puso sobre la mesa una serie de condiciones, de entre las cuales estaban, que el tren debería ser “precintado”, teniendo el estatus de la extraterritorialidad de una embajada. El permiso sería para un grupo de personas a concretar. El viaje se pondría en marcha de inmediato. Ningún ruso hablaría a ningún alemán durante el viaje, para ello iría con ellos Fritz Platten, un socialdemócrata suizo, que estaría a cargo del grupo y sería el intérprete con el exterior. Entre las condiciones resaltaba la de que se pagarían ellos mismos el viaje. 
El embajador alemán  presionado por la Wilhelmstrasse (Gobierno alemán)  y para no demorar la marcha, acepto todas las condiciones, imponiendo solo una norma a seguir, mientras cruzaran Alemania, les deberían acompañar en el tren, dos oficiales alemanes. Lenin aceptó.


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El parlamento británico.

Con los preparativos, la noticia comenzó a escamparse por Zurich y Berna, con lo que el espionaje inglés no tardo en averiguar lo que se cocía en la embajada alemana. El mismo embajador británico, Sir Horace Rumbold, informaba desde Berna a Londres, que un grupo de anarquistas iban a cruzar Alemania con un salvoconducto de libre tránsito para llegar a Rusia e imponer sus ideas antibeligerantes. Londres recibió la noticia con preocupación pues conocía el poder de aquellos revolucionarios. Posiblemente aquella noticia hasta alteraría los planes militares de los aliados. Aún así, presionaron al gobierno provisional ruso para que impidiera la entrada de aquel grupo de emigrados. 


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Kerenski y el gobierno provisional ruso de 1917.

Rápidamente de entre las amistades de Lenin se formo un pequeño grupo de 32 personas que deseaban regresar  a Rusia, donde aparte de Platten, Lenin y Nadia figuraban Zinoviev, Radek, Safarov, Zakhaia, Inessa Armand, Olga Ravitch, las esposas de Zinoviev, Safarov, etc.., En total veinte hombres, diez mujeres y dos niños. Astutamente Lenin pensó, que pasaría más inadvertido entre un grupo numeroso, que viajando en solitario.

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Bahnhofplatz, plaza de la estación, centro de Zurich en la época. 1917 foto internetpostcards

El día 10 de abril, antes de partir, el grupo de viajeros se reunió en el restaurante "Zahringer Hof" para celebrar una comida de despedida. Lenin al final de la comida, dio a conocer la carta dirigida a los obreros suizos como agradecimiento de los emigrados rusos, por el buen trato recibido en aquel país.
Cuando llegaron al Bahnhof Zurich, para coger el tren que los llevaría a la frontera, se encontraron inesperadamente con un numeroso grupo de social-revolucionarios y mencheviques, que los esperaba de forma hostil para protestar por aquel viaje. Los manifestantes gritaban insultando al grupo de emigrados llamándoles traidores. El grupo de Lenin, en silencio, tuvo qué aguantar las provocaciones mientras se hacían paso hasta llegar al tren. Un delegado alemán se colo en el tren. La tensión fue en aumento, incluso cuando se instalaron en los compartimentos a cortina cerrada, la muchedumbre desde fuera, con palos, golpearon los vagones del tren formando un ensordecedor ruido en la nave de la estación. Finalmente, a las 3:10 p.m., el tren se puso en movimiento por fortuna para el grupo. En esos instantes, alguien del interior del tren extrajo el brazo por la ventanilla con una bandera roja asida de la mano, lo que consiguió que los provocadores que estaban en el andén, se encolerizaran sin poder hacer nada, pues el tren ya se iba.


Bahnhofplatz zurich
Bahnhof Zurich

Unas horas mas tarde, el tren llego a la frontera alemana en Gottmandingen, para realizar el cambio de tren. A los viajeros no se les pidió documentación según lo previsto, fueron clasificados en la sala de espera de la Aduana, colocando a las mujeres y a los niños a un lado y los hombres a otro. Tuvieron que esperar sin saber lo que ocurría,  y en esos momentos de incerteza, todos se temieron lo peor. Ahora comprobaban que estaban en las garras de su enemigo el Káiser y podrían ser fusilados sin contemplaciones. Por fin llegaron los dos oficiales alemanes responsables para custodiarles y los condujeron al tren alemán. El famoso tren constaba de un vagón verde con ocho compartimentos (tres de segunda clase y cinco de tercera) con tres de las cuatro puertas externas selladas, excepto la última de los oficiales alemanes y un vagón para el equipaje. El concepto de “precintado” consistía en una línea blanca trazada con tiza en el suelo del pasillo, nadie tenía el permiso de cruzar la línea excepto Platten como interlocutor. Había aseos a cada extremo del vagón, por lo que, los alemanes no tenían necesidad de acceder en “territorio ruso” ni los rusos en "territorio alemán"

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Itinerario del viaje de Lenin. foto Lenin's mistress Michael Pearson
Tan pronto como partió el tren de la estación, el pesimismo y el miedo fueron desapareciendo, dando paso a la alegría que pocos a poco se fue contagiando a todo el grupo. En un momento dado, como para desprenderse de la tensión, con gran emoción cantaron "La Marsellesa." Estaban asumiendo que a partir de allí, no había vuelta atrás. 
A Lenin y Nadia les asignaron un compartimento para ellos solos, algo que en un principio desagrado a Lenin por el privilegio, aunque todos insistieron que debía de ser así  pues necesitaba espacio y tranquilidad para trabajar en sus escritos. El tren fue atravesando lentamente algunas estaciones cercanas a la frontera en las que se podían ver una gran cantidad de heridos de guerra alemanes, que agrupados en pequeñas camillas de campaña, permanecían a la espera de ser trasladados a hospitales de la ciudad. Una imagen de sufrimiento y dolor de la Gran Guerra, que quedaría grabada en la retina de los que viajaban en el tren.


Al poco tiempo llegaron a la estación de Karlsruhe y quedaron estacionados durante un tiempo. Allí Platten informo a Lenin que el doctor Janson, importante sindicalista alemán  esperaba reunirse con él. Pero Lenin al oír de quien se trataba, rehusó verle. Platten lo atendió en el compartimento de los oficiales alemanes para no disgustar al sindicalista, simulando que lo hacía en  nombre de Lenin. La realidad era que el grupo había tomado demasiados riesgos y no querían que llegasen informes a Rusia de que habían tenido contacto durante el viaje con los alemanes. 

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Estación de Frankfurt en la época.

En la larga parada que hizo el tren en la estación de Frankfurt, ocurrió un percance que estuvo a punto de echar a perder todo el viaje. Los dos oficiales habían bajado del tren, quedando el cargamento al cuidado de un grupo de soldados que estaban en el andén. Platten también bajo del tren para comprar periódicos y cerveza, al mismo tiempo que había quedado con una amiga en la sala de espera de la estación. Para ahorrar tiempo, dio una propina a unos soldados para que le llevaran las compras al tren. Al acercarse los soldados a los vagones, se les unió un grupo de curiosos ferroviarios que querían conocer a los socialistas. Fue entonces cuando Radek, se envalentono y poco a poco les soltó un efusivo mitin en contra del Kaiser y en apoyo de la Revolución. En el punto álgido del discurso, llegaron los dos oficiales y los soldados con el personal ferroviario huyeron. Seguramente la fortuna se alió con el grupo, pues los oficiales no dieron parte de lo ocurrido para no complicar las cosas. Hay que recordar que Radek se hacia pasar por ruso, pero en realidad era austriaco y en aquellos momentos desertor. Por fin salieron dirección Berlín con un Radek abochornado por la bronca que recibió del grupo.

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Radek.  foto marxists.org

Durante el viaje, normalmente Lenin aprovechaba para trabajar en su compartimento o para reunirse con los integrantes del grupo. Con quien más solía hacerlo era con Radek, Inesse Armand,   Zinoviev y Nadia pasando las horas de travesia discutiendo sobre la Revolución. Después de tres días por territorio alemán donde atravesaron Berlín en dirección norte, el 13 de abril llegaron a Sassnitz, en la costa, la alegría de los viajeros fue enorme, estaban apunto de abandonar territorio enemigo. Esperaron a un barco de vapor que debía trasladarlos a Trólleborg, Suecia.

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Inessa Armand y Zinoviev. fotos wikipedia

Durante la agitada travesía, cada uno de los viajeros recibió un cuestionario, que normalmente era entregado por las autoridades suecas a todos los extranjeros que llegaban al país. Lenin no sabía que se trataba de una medida de orden general y se mostró muy inquieto. En esos momentos, dio la casualidad que llamaron a Radek y a Zinoviev para que fueran a sus camarotes. En un ambiente de intenso mareo, pues el oleaje estaba embravecido, todos pensaron lo peor. Seguían con la sospecha de alguna extraña maniobra, cuando el capitán del barco irrumpió bruscamente en la sala buscando a un tal Ulianov, todos se quedaron paralizados sin saber que decir.


Sassnitz a Trolleborg
Transbordador de Sassnitz a Trolleborg de la época.foto wikipedia

Derrotado, Lenin se dio a conocer, todo había sido una farsa urdida por los alemanes, pensó. La sorpresa fue que el capitán al localizar a Lenin, le tendió un telegrama y saludándole se marcho amablemente. El telegrama era del camarada Ganetzki y decía: "El señor Ganetzki pregunta si el señor Ulianov se encuentra a bordo y cuántas personas le acompañan." Veinte minutos después recibía la respuesta: "El señor Ulianov saluda al señor Gantzki y le ruega reservar plazas para el tren de Estocolmo." El desenvuelto Ganetzi les esperaba en Trólleborg con todo organizado.


tren nocturno

Gracias a las gestiones de Ganetzki, pasaron la aduana en Trólleborg sin problemas, solo hubo una condición por parte de los aduaneros suecos, ¡Ver a Lenin!
Poco tiempo después, el mismo día 13 de abril, cogieron el tren hacia Estocolmo.
Lenin en cuanto tiene un momento interroga a Ganetzki para que le informe sobre la situación en Rusia. Este, conociéndole  le entrega los últimos números del periódico y le explica que Kamenev ha vuelto a la dirección de Pravda. Tras meditarlo, se decide enviar un telegrama a Petrogrado pidiendo a Kamenev que espere en la frontera rusa la llegada del tren de Lenin.

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Kamenev con el Pravda. foto wikipedia

Al llegar a Estocolmo, el grupo de emigrados quedaron sorprendidos por las atenciones de los suecos. Lenin es practicamente recibido con todos los honores. Los socialistas suecos tenían preparado una perfecta recepción, incluso el alcalde de la ciudad les obsequio con un suculento banquete. No tardaron en descubrir que entre el lujo del comedor y la elegancia con la que vestían los suecos, Lenin quedaba en evidencia con aquellas botas suizas y su raído abrigo. No se podía presentar así en Rusia se dijo el grupo.


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El grupo de emigrados en Estocolmo, esta es de las pocas fotografías que se realizaron durante el viaje. foto taringa.net

Radek fue quien supo convencerlo, llevándose a un Lenin protestón a comprar ropas nuevas. No tardo nada en salir una edición del periódico Politiken hablando sobre el retorno de los emigrados, publicándose una fotografía de Lenin. El viaje poco a poco se iba convirtiendo en una noticia que se seguía con gran interés en toda Europa.  

tren vapor nieve

El 14 de abril subieron al tren de la tarde y salieron de Estocolmo dirección norte. Tras varias horas cruzando Suecia, llegaron a la frontera con Finlandia en Harapanda. Allí, con las bajas temperaturas que se hacían notar, los pasajeros alquilaron unos trineos para dirigirse hacia el pueblo de Tornio, donde fueron brevemente revisados por guardias fronterizos antes de subir al tren de Helsinki. En Tornio, Lenin compró ejemplares de Pravda. Se sentó en un rincón de la sala de espera y descubrió asombrado leyendo los periódicos, que Kamenev y Stalin habían dado su apoyo al gobierno provisional. Seria ya 15 de abril, unos minutos antes de salir hacia Helsinki cuando Lenin  telegrafió a su hermana comunicándole que llegaba a Petrogrado el lunes sobre las 11,00 horas.

tren vapor nieve

El tren llego a Helsinki en lo que había sido una larga y fría etapa, donde Lenin aprovecho para trabajar en sus publicaciones. En la capital finlandesa, los emigrados tomaron un lento tren hacia Petrogrado. El ambiente en el tren era de inquietud, se acercaba el final, pues en breve entrarían en la Madre Rusia. 


Beloostrov
Estación de Beloostrov. foto nlr.ru

El tren no superaba las cuarenta millas por hora y los viajeros se desesperaban, pero finalmente llegaron a Beloostrov a veinte millas al norte de la capital. El tren paró en la frontera administrativa ruso-finesa para un chequeo regular de pasaportes y aduana. Allí Lenin se asomo a la ventanilla del compartimento y pudo apreciar, que entre el grupo de personas que había en el andén, se encontraba su querida hermana María, más tarde distinguiría a Lev Kamenev bastante desmejorado tras su encierro en Siberia.


1917 Revolucionarios. foto de Regeneración Proyecto libertario de comunicación social

Al bajar del tren, los obreros de una cercana fábrica de armamento que habían ido a esperarle, le ovacionaron cogiéndole en brazos. Pero Lenin en cuanto se libra de la gente, busca a su hermana y la abraza intensamente, algo que no puede hacer con su madre que hace pocos meses ha fallecido. También esta su fiel y querida corresponsal, Alejandra Kollontai con un enorme ramo de flores, a la que también abraza y le da un beso. Una vez saludados todos, se dirige hacia Kamenev y se lo lleva al compartimento del tren, pues tiene muchas cosas de que hablar con el que es redactor-jefe de Pravda.


Alejandra Kollontai
Alejandra Kollontai importante feminista y trabajadora por la Revolución, ayudo muchísimo a Lenin en sus publicaciones en Pravda. foto la mancha obrera

La posibilidad de que detuvieran a Lenin al llegar a Petrogrado era el tema que más preocupaba al grupo, por ese motivo no cesaba Lenin de preguntar a Kamenev, Intentaran detenerme al bajar del tren?, A lo que Kamenev con picardía y de forma ambigua no le aseguraba nada, pues él sabía perfectamente lo que estaba ocurriendo en la ciudad. 
La noticia de que Lenin llegaba a Petrogrado se había extendido como un terremoto por todo el país, las cercanías de la Estación de Finlandia, por donde iba a llegar Lenin, fueron rápidamente engalanadas, con banderas y rosas rojas. Las calles estaban plagadas de gente que no querían perderse el acto, el ejercito con blindados tenia marcado un itinerario hacia  la Mansión Khensinsky, la fortaleza de Pedro y Pablo estaba iluminada. Muchísimas comitivas se movilizaron.

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Estación de Finlandia, Petrogrado en la época. foto nevsky prospekt.com

Finalmente el 16 de abril, ya de noche y con retraso, el tren devoro los últimos metros para entrar en la estación de Finlandia en Petrogrado. El andén estaba atestado de gente con carteles y antorchas, un monstruoso proyector traído por un destacamento blindado alumbraba el tren, los marineros de Kronstadt con traje de gala presentes y gran cantidad de publico a la espera. Al parar el tren, los soldados presentan armas y la banda preparada comienza a tocar "La Marsellesa" a modo de bienvenida.

Manifestantes en Petrogrado  año 1917. foto wikipedia

En ese momento Lenin baja del tren completamente anonadado, se adelanta con un paso incierto que pronto va tomando determinación, se para ante un pasillo de soldados perfectamente alineados. Detrás de ellos, una multitud clamorosa. Mas adelante las autoridades para recibirle. Todavía aturdido, no comprende muy bien lo que ocurre. Una fuerte luz de un proyector lo deja cegado por unos segundos, pero en seguida se recobra y se hace cargo de la situación, clamando con fuerte voz,

“VIVA LA REVOLUCIÓN SOCIALISTA”

lenin petrogrado llegada

A partir de ese momento, todo iba a ser diferente...

FIN

Sobre aquel tren y su importancia, Chuchill, que fue participe en aquella guerra, diría posteriormente que, el Estado Mayor alemán había dejado caer a Lenin en Petrogrado “Como si se tratara del bacilo de la peste”.


blindado  lenin estación finlandia

Vehículo blindado con el que Lenin fue trasladado desde la Estación de Finlandia a la mansión de Mathilde Kschessinska amante del zar. foto by gaby en el Museo del Arsenal de San Petersburgo


plaza lenin tren lenin estación finlandia

  Plaza de Lenin al fondo la actual estación de Finlandia de San Petersburgo  foto by gaby 

Referencias

El tren precintado Stefan Zweig
    Lenin's mistress Michael Pearson
Lenin de Robert Service
Nadezhda Krúpskaya de Taringa
El tren de Lenin film de Damiano Damiani
Lenin, Krupskaya y Inessa Armand de Ozleft
Alexander Parvus de Wikipedia
Las Revoluciones Rusas de Tom Corfe
Hacia la Estación de Finlandia de Edmund Wilson

4 comentarios:

  1. Excelente artículo: interesante y pedagógico.
    Un favor: ¿De qué sitio de Internet puedo bajar Hacia la Estación de Finlandia, de Edmund Wilson?
    Mi dirección: reginaldosaavedra@yahoo.es

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  2. Muy agradecido por tu comentario, se trata de distraernos un poco. Sobre el libro, no se donde lo puedes pillar. Yo lo compre hace tiempo y con el de Reed de "10 dias q estremecieron al mundo" son dos libros imprescindibles, aunque tambien muy espesos si no te va mucho el rollo de la Revolucion

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  3. Muchas gracias por tu interesante artículo.
    Acabo de leer el libro de Stefan Zweig en una pésima traducción, pues indica que Lenin había llegado a suelo ruso en la estación finlandesa, y no lo entendía.
    Nuevamente gracias.

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  4. Muchas gracias a tti por publicar el comentario. Estos son relatos superficiales, algo novelescos, sin profundizar, me alegro que te haya servido para entender algo mejor. Gracias !

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